Hoy es San José, el Día del Padre, así que lo primero es felicitar a todos los padres.
Lo segundo es preparar una buena comida, porque aquí si algo no lo celebramos comiendo, parece que no hay celebración.
En mi caso tengo una suerte enorme, porque es mi padre Antonio el encargado de hacer este asado, yo como mucho corto la lechuga para la ensalada de acompañamiento.
El cordero lechal es aquel que sólo ha sido alimentado con leche materna. Su peso en vivo oscila entre 9,5 y 11 kilos,. siendo en canal de 4,5 a 7 kilos. El mejor lechal es el etiquetado como «Lechazo de Castilla y León», y encontramos tres razas: churra, castellana y ojalada.
En este momento del año es un producto bastante asequible, así que hay que aprovechar.
INGREDIENTES
- 1/2 lechazo
- agua
- sal
- ajo
- laurel
- un chorrito de vinagre
PREPARACIÓN
- Precalentamos el horno a 180º. Mientras, vamos colocando el 1/2 cordero lechal, en dos cuartos, sobre la placa de horno, con el lado de la piel hacia abajo. Vertemos sobre la placa 1 vaso de agua (unos 250 ml) y salamos. Podemos poner unas hojas de laurel entre la carne, pero tampoco demasiado.
- Introducimos al horno y mantenemos a esa temperatura (170-180º) durante 1 hora y media. De vez en cuando (cada media hora, por ejemplo) echamos con una cuchara el propio caldo por encima. Si vemos que se queda muy seco añadimos un poco más de agua.
- Transcurrido ese tiempo, lo damos la vuelta y mantenemos media hora más, para que tome un tono tostado. Como antes, añadimos agua si vemos que se ha consumido. Al final, ha de quedar caldo en la bandeja.
- Quedando 10 ó 15 minutos, añadimos ajo machado, con un chorrito de vinagre. (Este paso es opcional, si el lechazo es de buena calidad no necesitaría ninguna especie, simplemente la carne, agua y sal).
- La piel ha de quedar bien tostada y crujiente, por lo que podemos subir la temperatura del horno los últimos minutos. Antes de sacar el lechazo del horno, comprobamos que la carne esté bien hecha, al pinchar con un tenedor, se ha de desgarrar con facilidad.
Por último, presentamos el lechazo con una ensalada de lechuga.
Sí señor, así se celebran las cosas!! Qué bueno…. eso tiene que estar para morirse…