
Un arroz jugosito y con el inconfundible sabor que le da el pulpo, qué mejor manera de empezar la semana.
Vamos a utilizar pulpo cocido, aunque lo ideal es que lo hagamos nosotros, ya que así utilizaremos el agua de la cocción. En otro post ya hablaremos de cómo cocer el pulpo, aunque pueden bastar un par de detalles que me parecen importantes y que aprendí de una pulpeira (gallega, por supuesto) en un curso sobre pulpo. La mujer, que llevaba toda su vida cociendo pulpos me cambió dos conceptos que yo tenía más o menos instaurados. Uno, venía a decir que es irrelevante las tres asustadas que se le da al pulpo cuando se le va a cocer, o sea eso de meterlo y sacarlo en el agua hirviendo tres veces, decía que ella no notaba ninguna diferencia si se hacía así o directamente a la cazuela de una única vez. Dos, no hay que tenerlo cociendo hasta que esté blando, sino más bien retirar del fuego la cazuela cuando el pulpo aún esté un poco terso, y eso sí mantenerlo en ese agua caliente al menos 20 minutos más, que es en ese periodo de reposo cuando va a terminar de ablandarse. En un pulpo de entre 1 y 1,5 kilos venía a ser unos 20-25 minutos cociendo y otro tanto de reposo en ese agua pero sin fuego. La verdad, así lo hago siempre y no tengo ninguna queja, perfecto. La próxima vez que vaya a cocer pulpo procuraré hacer fotos y explico más detenidamente esto mismo, aunque en lo dicho aquí está lo importante.
Ah, el pulpo hay que congelarlo para que rompa sus fibras (o pegarlo una paliza, pero es más sencillo congelarlo) pero tened cuidado que muchas veces el pulpo que nos venden ya está descongelado, preguntad antes o mirad el propio etiquetado del producto.
En esta receta ya tenía el pulpo cocido de otro día, que dimos buena cuenta de él con aceite de oliva virgen extra, pimentón y unas escamas de sal maldon, pura delicia. Como era mucho nos sobraron 3 patas, que bien envueltas en papel film se pueden congelar (aunque el pulpo haya estado congelado, una vez cocido se puede congelar de nuevo sin romper la cadena de frío), al igual que el agua de cocción, congelada en tarros, y que está perfecto para usar en otras recetas como esta de arroz, en guisos o incluso en una paella, dando un sabor exquisito al plato.
Vamos con el arrocito. Sigue leyendo «Arroz con pulpo»