Por su sabor y finura, este bizcocho tiene la categoría de tarta, no puedes dejar de probarlo y verás que es cierto lo que te digo.
Es parecido a una tarta de Santiago, pero no exactamente, por eso lo vamos a llamar bizcocho de almendra, y lo que sí os puedo decir es que los desayunos o meriendas se ven con otra cara con un pedacito de este bizcocho.
Oye, perfecto para el fin de semana.
INGREDIENTES
- 150 grs de mantequilla
- 120 grs de azúcar
- 125 grs de almendra molida
- 60 grs de maicena
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 3 huevos
- unas gotitas de esencia de limón (opcional)
- azúcar glass
PREPARACIÓN
- En un bol vamos a derretir la mantequilla, que no quede líquida del todo, hasta un punto de crema. Podemos derretirlo al baño maría o en el microondas a poca potencia, que no se nos queme y de dos o tres veces.
- Mezclamos con el azúcar y batimos bien.
- Añadimos la almendra molida, que habremos juntado previamente con la maicena y la cucharadita de levadura, y unimos todo bien. En este momento tenemos una pasta difícil de manejar.
- Añadimos los huevos, uno a uno y vamos integrando bien en el conjunto, cada vez la masa se manejará mejor.
- En un molde engrasado o con papel de horno vertemos la mezcla. El molde que he usado es más bien pequeño, pues las cantidades no son para un gran bizcocho, ajustarlo a vuestras necesidades.
- Precalentamos el horno a 170-180º y horneamos durante unos 20 minutos. Para este bizcocho, que como os he dicho es pequeño, ese tiempo fue suficiente, pero esto depende de hornos y del tamaño del bizcocho, obviamente. Lo mejor, como siempre, es observarlo, y cuando se pinche con un palillo de brocheta y salga limpio, está. Lo sacamos del horno y dejamos enfriar.
- Si queréis podéis decorarlo con azúcar glass, yo he utilizado estas plantillas que compré en Ikea, pero eso a vuestra imaginación.