Una carne muy jugosa con una salsa espectacular por el toque que le aporta la cerveza, un recetón el de estas carrilleras a la cerveza.
Además esta receta de carrilleras tiene su historia, que se remonta a 1516, jajaja, no tanto pero casi. Resulta que el 23 de abril de ese año, 1516, se decretó en Baviera la Ley de la Pureza de la cerveza, que regulaba los ingredientes con los que se debía elaborar la cerveza, únicamente agua, malta de cebada y lúpulo (la levadura aún no se había descubierto). Es la primera ley, o eso se cree y la wikipedia también lo cree, que regula un alimento, y a día de hoy aún muchas cervezas mantienen esos tres ingredientes en su composición.
Así que resulta que hoy hace 500 años de esa ley decretada por Guillermo IV de Baviera, y para conmemorarlo los amigos del Calle Mayor me propusieron hacer algo relacionado. Un guiso con cerveza es un acierto seguro, así que ahí va esta propuesta de carrilleras de cerdo a la cerveza por los 500 años de la Ley de la Pureza de la cerveza.
Como veis nos lo pasamos bien, y comiéndolo mejor todavía. También hicimos unas galletas de cerveza, que ya pondré por aquí la receta.
INGREDIENTES
- 1 kg de carrilleras de cerdo (dos por persona)
- 1 kg de patatas
- 1 cebolla morada
- 1 puerro
- 1 zanahoria
- 2 dientes de ajo
- 330 ml de cerveza tostada
- aceite de oliva
- sal
PREPARACIÓN
- En una olla con un chorrito de aceite de oliva vamos a sellar las carrilleras a fuego vivo, en lo que se doran por fuera. Bajamos el fuego y reservamos las carrilleras.
- En esa misma olla, añadimos otro poco de aceite (si es necesario) y rehogamos las verduras con un poco de sal durante 10 minutos a fuego medio.
- Añadimos las carrilleras a las verduras rehogadas, mantenemos un par de minutos más y añadimos la cerveza y un poco de sal.
- Cerramos la olla y cocemos 25 minutos (en olla rápida).
- Dejamos templar y retiramos las carrilleras, que prácticamente estarán cocidas.
- Trituramos la salsa y metemos de nuevo en ella las carrilleras.
- Troceamos las patatas en cachos medianos y cocemos con la olla abierta (o si queremos llevamos el guiso a una cazuela más ancha) durante 25-30 minutos más, hasta que la patata esté blanda. Comprobamos de sal por si hay que rectificar.
La cantidad de cerveza que añadimos al principio puede ser suficiente para cocinar el guiso por completo. Si requiere más líquido añadimos caldo de carne.
Esta receta está mucho más rica al día siguiente, pues se ha asentado y tiene más sabor.