Un bizcocho nutritivo y sabroso, qué buen sabor le da la espelta! Desayunas con un buen trozo de bizcocho y tienes energía para lo que te echen.

Hace poco hablamos de este cereal, la espelta, cuyo origen es antiquísimo pero que se ha recuperado con fuerza en la actualidad. Es un cereal muy nutritivo, aportando proteínas y aminoácidos que no aparecen en el trigo, además de minerales y vitaminas. Además lleva nueces, con lo que se potencian estas propiedades, pues las nueces también son ricas en proteínas y vitaminas del tipo B, como la harina de espelta.

Quizás una mezcla de harina de trigo y de espelta también sea una opción interesante, pero quise probar con harina de espelta únicamente y me gustó tanto, que así lo he repetido en otras ocasiones. Hay cuatro matices que creo que hacen que este bizcocho tenga ese toque de sabor especial: la espelta, por supuesto, las nueces, la miel y el azúcar moreno. Son cuatro ingredientes fundamentales en este bizcocho. Vamos a verlo…

INGREDIENTES

• 3 huevos
• 80 grs de azúcar moreno
• 70 grs de azúcar blanco
• 40 grs de miel (unas dos cucharadas)
• 80 grs de aceite de girasol o de oliva suave
• 1 yogur natural
• 220 grs de harina de espelta
• 15 grs de implusor o levadura química (1 sobre)
• 100 grs de nueces peladas

PREPARACIÓN

1. En un bol batimos generosamente los huevos y ambos azúcares, para que espumen y aumenten su volumen.
   
2. Añadimos el aceite y la miel y batimos para que se mezcle. Igualmente hacemos con el yogur.
   
3. Bien batida la mezcla añadimos la mitad de la harina de espelta junto con la levadura química e integramos.
   
4. Añadimos la otra mitad de pocos en pocos, ya que la harina de espelta es más soluble que la de trigo, y así ajustamos la cantidad a la textura que deseemos. Integramos las nueces en la mezcla.
   
5. Vertemos la mezcla en un molde engrasado o con papel sulfurizado (papel de horno) y decoramos con alguna nuez que hayamos reservado y unos pellizcos de azúcar.
   
6. Precalentamos el horno a 190º y horneamos durante 40 minutos,. Pinchamos con un palillo y si sale limpio está perfecto.
   
7. Dejamos templar y enfriar completamente desmoldado sobre una rejilla.