Sin lugar a dudas esta es una de las mejores tartas de queso que he probado, la New York Cheesecake.
Es genial porque esta tarta tiene todas las cosas buenas del resto de tartas de queso. Ya sabéis que en el mundo de las tartas de queso hay una división muy simplona: las que necesitan horno y las que no lo necesitan. Pues bien, esta tarta sí necesita horno, pero es cremosa como las otras. Su secreto es un horneado al baño maría y a baja temperatura y hay que reconocer que la textura de la tarta es de las que no quieres que se acabe nunca, desgraciadamente se acaba demasiado pronto.
No he tenido el placer de probarla en New York, la gran capital americana, aunque es algo que pasará. No sé cuándo pasará pero pasará. De momento me conformo con disfrutar de esta cheesecake en casa, que no te va a defraudar ni lo más mínimo.
INGREDIENTES
(para un molde pequeño, de unos 15 cm de diámetro, si el molde es más grande amplía las cantidades)
- 10 galletas tipo María
- 30 grs de nueces
- 50 grs de mantequilla
- 3 huevos
- 300 grs de queso crema (tipo Philadelphia)
- 200 ml de nata 35% MG
- 1 yogur griego
- 100 grs de azúcar
- mermelada de arándanos
PREPARACIÓN
- Primeramente hacemos la base de la tarta. Para ello derretimos la mantequilla en el microondas, a baja potencia o en periodos de 10 segundos hasta que esté derretida. Por otro lado trituramos las galletas con las nueces en una picadora. Mezclamos la mantequilla con la galleta triturada y ponemos en el fondo del molde presionando para formar la base. Guardamos en el frigorífico mientras hacemos el resto para que endurezca.
- Precalentamos el horno a 150º con una bandeja con un dedo de agua para hornear la tarta al baño maría.
- Mientras se calienta el horno hacemos la crema de queso. Primero batimos los huevos con el azúcar hasta que los huevos blanqueen (unos 3-4 minutos). A continuación añadimos la nata líquida, el yogur griego y el queso. Batimos con unas varillas para que se mezcle todo bien pero sin necesidad de incorporar más aire a la mezcla.
- Importante: forramos el molde con papel de aluminio para evitar que entre agua a la tarta, que sería desastroso. Una vez bien sellado, horneamos al baño maría durante 1 hora 45 minutos a 150º.
- Dejamos enfriar y una vez fría guardamos en el frigorífico al menos 4 horas, o mejor durante toda la noche.
- Desmoldamos y decoramos por encima con mermelada de arándanos (o de fresa, como gustes)