Un año más, los calabacines han tomado la delantera en el huerto y están creciendo de una manera increíble, así que no todo van a ser cremas de calabacín, que también. Hoy os dejo esta mermelada, que aunque en principio suene raro al ser de una verdura, tiene un montón de usos sorprendentes. Personalmente me gusta más combinada con algo salado (¿he oído queso? guiño, guiño).
Llevamos unos años en el huerto que los calabacines salen espectaculares y con un crecimiento tremendo, que me dan ganas de poner una cámara en time lapse y ver cómo crecen de un día para otro.
El protagonista de esta receta lo vi un viernes, de un tamaño aceptable para llevarlo a casa, pero lo dejé y fui el domingo a por él. Casi dos kilos pesó, ¡madre mía!
Para esta receta de mermelada os aconsejo que no sea tan grande porque también tiene más pepitas. Os dejo las cantidades partiendo de 1 kilo de calabacín, pero es muy sencillo de adaptar a otros pesos.
Vamos con la receta.
INGREDIENTES
- 1 kg de calabacín
- 500 grs de azúcar
- 200 grs de manzana (de un tamaño normal, con una os vale)
- zumo de medio limón
- una cucharadita de jenjibre en polvo
- media cucharadita de canela
PREPARACIÓN
- Limpiamos al grifo el calabacín y cortamos los extremos. Lo troceamos en cuatro partes.
- Con un rallador de agujero grueso rallamos el calabacín con piel incluída. Vamos a pesar el calabacín ya rallado para nuestra receta, es decir los 1000 grs han de ser de calabacín ya rallado. Añadimos el zumo de medio limón.
- Sobre el calabacín rallado añadimos la mitad de su peso de azúcar, es decir 500 grs. Si quieres puedes añadir una proporción de azúcar moreno (he usado solo un 10% de azúcar moreno: 450 grs de azúcar blanca y 50 grs de azúcar moreno, pero esto es opcional). Dejamos macerar el calabacín y el azúcar a temperatura ambiente unas 3 o 4 horas.
- El calabacín habrá soltado bastante agua, por lo que lo ponemos al fuego. Mientras, pelamos la manzana y la rallamos. Añadimos a la cazuela tanto la pulpa de la manzana como la cáscara, pues tiene pectina que ayudará a espesar la mermelada (luego la retiramos). Igualmente añadimos el jenjibre en polvo y la canela.
- Cocinamos a fuego medio durante al menos 30 minutos, que vaya perdiendo el agua que ha soltado el calabacín.
- Retiramos la cáscara de la manzana y con una batidora trituramos muy suavemente. Esto es para gustos, a mí me gusta encontrar trocitos de calabacín, por eso solo lo paso muy poco con la batidora.
- Dejamos nuevamente cocinar hasta que espese y tenga la consistencia de mermelada, aproximadamente otros 20 minutos. Hay que tener en cuenta que al enfriar espesa aún más.
- Cuando aún está caliente la mermelada la vamos a poner en botes de cristal previamente esterilizados (hervimos tanto botes como las tapas sueltas durante 10 minutos). Una vez está la mermelada en los botes cerramos bien y los damos la vuelta para que haga vacío. Los dejamos enfriar completamente.
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