Desde hace unos años, si oímos hablar de pastrami al menos nos suena, aunque sea de haberlo escuchado en la tele. El pastrami es una pieza de carne, generalmente de vacuno, que está curada en una salmuera durante varios días y después ahumada.

La primera vez que oí hablar del pastrami fue en algún programa americano, los famosos sándwich de pastrami. Más tarde lo empecé a ver con regularidad en carnicerías o charcuterías, incluso en supermercados. Es una carne que se consume sin necesidad de cocinar, pues ya lleva todo ese proceso de curado, no obstante en esta receta lo he probado con un ligero salteado en la sartén y el resultado me ha encantado. La carbonara, además de la yema de huevo, lleva nata, ya sé que no es la original, pero tampoco lo pretendía. La realidad es que este plato lo voy a repetir más de una vez.

INGREDIENTES
(para dos personas)

• 200 grs de macarrones
• 100 grs de pastrami
• 3 yemas
• 200 ml de nata para cocinar
• 40 grs de queso parmesano + 20 grs más para decorar
• aceite de oliva virgen extra
• sal

PREPARACIÓN

1. Vamos a cocer los macarrones en agua con sal, siguiendo las indicaciones del fabricante.
   
2. Mientras, troceamos el pastrami, que lo compré en lonchas.
   
3. En una sartén con un chorrito muy fino de aceite de oliva virgen extra salteamos el pastrami durante dos minutos.
   
4. A continuación vertemos la nata para cocinar y dejamos que llegue a un hervor suave.
   
5. En este punto, escurrimos los macarrones ya cocinados y añadimos a la sartén.
   
6. Por otro lado tendremos preparado en un bol pequeño las yemas, el queso y dos cucharadas del agua de cocción, todo bien mezclado.
   
7. Con el fuego apagado, añadimos la mezcla de yemas y queso al conjunto. Removemos bien para que se integre todo, el huevo se cocinará con el calor residual. Servimos inmediatamente con un poco de queso por encima.