La Larpeira gallega es un bollo esponjoso muy común para celebrar momentos festivos como el Carnaval, pero también en otras fechas señaladas como las hogueras de San Xoán, de hecho es muy similar a la Coca de Sant Joan, otro postre típico en Baleares, Cataluña o Comunidad Valenciana en estas fechas previas a verano.

El bollo de la Larpeira tiene también una cierta similitud al roscón de Reyes, aromatizado con cáscara de naranja (puede ser también con limón), aunque no lleva agua de azahar. Sin embargo, tanto la Larpeira como la coca de Sant Joan llevan crema pastelera, formando un enrejeado en su superficie.

Como todas las preparaciones que usan levadura, lleva ese proceso de levado y de espera, que lejos de desanimarte, te animo a que pruebes; es algo mágico cómo las masas van creciendo y formándose unos aromas fascinantes incluso antes de ser horneadas.

INGREDIENTES

(para la masa)

• 380 grs de harina de fuerza
• 130 ml de leche entera
• 2 huevos
• 70 grs de azúcar
• 80 grs de mantequilla
• 25 grs de levadura fresca
• ralladura de naranja
• una pizca de sal

(para la crema pastelera)

• 220 ml de leche entera
• una yema y un huevo entero
• una cucharada rasa de maicena
• dos cucharadas de azúcar

(decoración)

• 50 ml de agua
• 50 grs de azúcar
• una cucharada de mermelada de albaricoque
• anís y azúcar
• huevo para pincelar

PREPARACIÓN

1. Calentamos ligeramente en un vaso la leche (20 segundos en el microondas), removemos para que la temperatura sea homogénea y disolvemos 25 grs de levadura fresca (una pastilla).
2. En un bol grande (en mi caso usé el propio de un robot de cocina) ponemos la harina, los dos huevos y la leche con la levadura. Amasamos durante 30 segundos (a mano hasta que se integre todo bien) y dejamos reposar 5 minutos.
3. Añadimos el azúcar, la pizca de sal y la ralladura de naranja. Amasamos de nuevo hasta que esté integrado y dejamos reposar otros 5 minutos.
   
4. Por último, añadimos la mantequilla en cubitos y amasamos otra vez. Repetimos este proceso de amasar durante 30 segundos y reposo de 5 minutos dos veces más. Nos quedará una bola que es algo pegajosa aún, pero que podemos manipular.
   
5. Colocamos la bola sobre una bandeja de horno con papel antiadherente y tapamos con un paño limpio hasta que duplique su tamaño (la he tenido unas dos horas).
   
6. Mientras reposa y leva, hacemos la crema pastelera: en un cazo añadimos 200 ml de leche entera con el azúcar y ponemos a calentar a fuego medio. Mientras, batimos la yema y el huevo entero con la cucharada rasa de maicena y un poco de leche (los otros 20 ml). Añadimos la mezcla bien batida al cazo con el resto de la leche y removiendo constantemente con unas varillas esperamos a que espese y tengamos la crema (puedes ver aquí la receta completa de la crema pastelera).

7. Una vez la masa ha duplicado su tamaño, con un cuchillo afilado hacemos cortes en forma de cuadrados. La masa se desinflará.
   
8. Pincelamos la superficie de la masa con huevo batido y en los cortes, con ayuda de una manga pastelera, rellenamos con un cordón de crema.
   
9. En los cuadrados que quedan ponemos un pequeño pegotito de azúcar con anís.
10. Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo. Mientras se calienta, la masa subirá un poco de nuevo.
11. Horneamos, con el horno ya caliente, durante 20-25 minutos, depende de hornos.
12. Por último, hacemos un almíbar con los 50 grs de azúcar, 50 ml de agua y la cucharada de mermelada de albaricoque, con el que mojamos el bollo una vez está aún caliente tanto el bollo como el almíbar.
    
13. Dejamos enfriar completamente y a disfrutarlo.