El guacamole es uno de los aperitivos que más triunfan en todo el mundo. De origen mexicano, lo encontramos en prácticamente cualquier sepermercado ya preparado, sin embargo, es tan sencillo hacerlo que no merece la pena comprarlo ya hecho, y el casero está delicioso y lo puedes adaptar a tus gustos.
Hay miles de recetas del guacamole, la que yo hago no incluye picante, que doy por hecho que sí lo lleva la receta original. Si lo quieres picante, añades un poco de chile.
Por lo demás, puedes ir poniendo o quitando más o menos de un ingrediente concreto, aunque lógicamente quien no puede faltar en esta crema es el aguacate, verdadero protagonista de esta maravillosa receta que suelo comer en plan aperitivo con los clásicos nachos o triánguilos de tortitas de maíz.
INGREDIENTES
- 2 aguacates maduros
- 1 tomate mediano maduro
- 1/2 cebolleta
- cilantro fresco
- zumo de medio limón
- sal
- nachos de maíz (para acompañar)
PREPARACIÓN
- Picamos lo más finamente posible el tomate, la cebolleta y las hojitas de cilantro (con unas pocas es suficiente).
- Vamiamos la pulpa del aguacate, para ello lo cortamos longitudinalmente para retirar la pepita y con ayuda de una cucharilla sacamos la pulpa.
- Ponemos todo en un bol y con un tenedor machacamos la carne del aguacate y lo integramos con el resto de ingredientes picados, el zumo del limón (en sí el guacamole original lleva lima, pero no tenía) y sal, que rectificamos a nuestro gusto.
- Lo acompañamos al gusto, con triangulos de maíz o sobre rebanaditas de pan tostado.
Ya está, no lleva más. Prefiero hacer poca cantidad y que se pueda consumir o en el momento o como mucho al día siguiente; si así fuese lo guardamos en la nevera tapado con papel film en contacto con el guacamole.
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