Hoy vamos con una receta que a mi me parece de las más polivalentes, porque me gusta en un montón de situaciones. Me sirve como entrante, como segundo plato, como cena,… vamos que menos para el desayuno, a cualquier hora son buenos unos pimientos rellenos.
Además es una buena manera de comer pescado a quien no le guste, porque con la besamel, el pimiento y la salsa queda muy camuflado.
Animaros con esta receta, ya veréis que está riquísima.
INGREDIENTES
- 1 lata de pimientos del piquillo enteros (que salgan unos 16)
- 200 grs de bacalao desalado
- 1 cebolla
- 1 pimiento verde
- tomate triturado
- 2 vasos de leche
- harina
- agua
- sal
- nuez moscada
PREPARACIÓN
- En una sartén rehogamos la cebolla y el pimiento verde durante 20 minutos para que esté bien pochadito y blanda la verdura.
- Por su parte, ponemos agua a hervir en un cazo y cocemos el bacalao. En este caso eran migas de bacalao desaladas, por lo que con un par de minutos es suficiente. Retiramos el bacalao y reservamos.
- Una vez que la verdura esté pochada, reservamos la mitad aproximadamente, con la que haremos la salsa final. A la otra mitad que nos queda le añadimos el bacalao, rehogamos 1 minuto más y añadimos una cucharada sopera de harina.
- Cocinamos bien la harina un par de minutos (se nos quedará muy espeso y como grumoso) y añadimos un vaso de leche templada (podemos calentar la leche en el microondas). Removemos bien para que se mezcle la leche y se vaya formando la besamel. Cuando se nos espese añadimos otro vaso de leche y vamos removiendo hasta que tengamos la textura de la besamel, que tiene que ser bastante espesa (no hace falta tanto como si fuésemos a hacer croquetas pero sí ha de ser espesita). Antes de apartar del fuego añadimos sal (si fuese necesario, que el bacalao, aunque desalado ya proporciona sal) y un poquitín de nuez moscada.
- Dejamos enfriar la besamel de bacalao para que endurezca un poco y se manipule mejor y rellenamos los pimientos (con una manga pastelera se hace muy fácil). Colocamos los pimientos en una fuente.
- Con la mitad de la verdura que reservamos, calentamos de nuevo en la sartén y añadimos unos 150 ml de tomate triturado. Dejamos cocinar 5 minutos, añadimos sal y medio vaso de agua.
- Trituramos esta salsa y volvemos a calentar hasta obtener la textura deseada.
- Servimos los pimientos con un poco de salsa por encima.
Para servir los pimientos calientes, podemos incorporar la salsa a la fuente donde teníamos éstos y calentar en el horno; no es necesario hornear, sino solo calentar por lo que no habrá que poner mucha temperatura.
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