El otro día pasé por la pescadería y tenían esta sardina, de tamaño poco más que una anchoa, ideal para rellenar y rebozar. Es un bocado delicioso.
Para rellenar, o simplemente rebozar, suelo utilizar la anchoa o bien esta sardina pequeña, ya que se come como si de una tapa se tratase y está riquísima. La sardina de un tamaño medio me encanta enharinada y frita, y la grandota es esa que a la brasa está de chuparse los dedos. En fin, que la sardina es un pescado con muchas posibilidades y como todo el pescado azul tiene unas propiedades muy saludables: buena fuente de proteínas y vitaminas A, D y grupo B, no muchas calorías y rica en Omega-3 que es el bueno para el colesterol. Si buscáis es internet propiedades del pescado azul os vendrá mucho mejor explicado. Ah, otra propiedad de la sardina que no es nutricional pero también interesante es el precio. Pescado de calidad a un precio muy económico. En esta ración, que he utilizado 8 sardinas por persona, me ha salido a 0,61 € por ración, muy difícil de mejorar.
Vamos con la receta, en este caso están rellenas de tiras de pimiento del piquillo, en plan San Jacobo de pescado (una sardinilla, pimiento del piquillo y otra sardinilla) pero se puede rellenar con lo que quieras, con queso también me gusta (soy muy quesero) o como he dicho antes, simplemente rebozadas de una en una, ya no emparedadas.
INGREDIENTES
- sardinillas (de un tamaño poco más que la anchoa)
- 3 ó 4 pimientos del piquillo
- sal
- aceite de oliva
- harina y huevo para rebozar
PREPARACIÓN
- Lo primero que hay que hacer es limpiar bien la sardinilla, retirando la cabeza y tripas. Una vez limpia, abrimos en forma de librillo y quitamos la espina central y una pequeña aleta que tiene en el lomo, para no encontar ninguna espina, conservando la cola. Todo esto se hace perfectamente con la mano, no es necesario utilizar ningún cuchillo pues es un pescado pequeño. Si no lo has hecho nunca puede parecerte complicado, pero basta con ponerte una vez para aprenderlo. Colocamos las sardinillas en un plato y salamos.
- Cortamos tiras de pimiento del piquillo del tamaño algo inferior a los lomos de sardina y tapamos con otra sardina, formando un emparedado.
- Rebozamos en harina y huevo y freímos en una sartén con aceite de oliva, a fuego no muy alto para que se hagan bien por el medio.