¡Qué ganas tenía de poner una receta de galletas de mantequilla! Porque las cosas como son, están riquísimas.

Las hago bastante a menudo, cambiando alguna cosilla de la decoración, como en este caso con lacasitos. Como podéis ver no es una galleta grande, se comen de un bocado, y quedan muy graciosas con los diferentes colores de los lacasitos, pero podéis poner pepitas de chocolate, o nada, las galletas de mantequilla no necesitan nada para ser una delicia.

INGREDIENTES

• 150 grs de mantequilla
• 120 grs de azúcar glass
• 1 huevo
• 300 grs de harina
• un chorrito de esencia de vainilla
• una pizca de sal

PREPARACIÓN

1. En un bol pondremos la mantequilla con el azúcar glass. La mantequilla tiene que estar en pomada, muy blandita, por lo que suelo dejarla fuera del frigo desde el día anterior. La mantequilla es muy estable y no pasa nada por estar varias horas fuera del frigorífico.
   
2. Batimos enérgicamente la mezcla de ambos ingredientes y añadimos el huevo y un chorrito de esencia de vainilla (si no tenemos no pasa nada). Seguimos batiendo para que se integre bien. Nos quedará una especie de crema de mantequilla azucarada que está muy rica, no puedo resistir a meter el dedo y probar.
   
3. Añadimos más o menos la mitad de la harina tamizada (la pasamos por un colador si no tenemos tamiz) y un pellizco de sal (si uso mantequilla con sal ya no añado este pellizco).
   
4. Mezclamos todo y veremos que con las varillas nos resulta más difícil. En este punto suelo cambiar las varillas por una lengua de silicona, o directamente con las manos.
   
5. Juntamos el resto de la harina también tamizada.
   
6. Pasamos todo encima de la mesa limpia y vamos a terminar de integralo todo con las manos.
   
7. Nos parecerá complicado pero al poco de ir amasando vemos que se nos forma una bola bastante lisa.
   
8. Dejamos reposar la masa media hora y dividimos en dos, cortando no rasgando. Cada porción la colocaremos entre dos papeles de horno y con un rodillo estiramos a un grosor aproximado de 0,5 cm. Hace poco compré este rodillo que puedes graduar con aros y está genial, pero puedes utilizar dos listoncitos de madera, que los venden en cualquier tienda de bricolaje, los hay de 0,4 cm o de 1 cm, son muy baratos y nos aseguramos que el grosor de la masa va a ser siempre el mismo.
   
9. Colocamos sobre una bandeja lisa y guardamos en el frigorífico un par de horas (hay veces que si se me hace tarde lo dejo hasta el día siguiente). La idea es que endurezca la masa y así nos va a resultar mucho más sencillo hacer las galletas con la forma que deseemos.
   
10. Ponemos el horno con calor arriba y abajo a 180º para que vaya precalentando. Mientras, con un cortapastas hacemos la forma de las galletas y colocamos en una bandeja con papel de horno. Antes de meterlas en el horno las decoramos, en este caso como véis con lacasitos.
    
11. Horneamos a esos 180º durante unos 10 minutos, pero como siempre digo, no os fiéis demasiado de esta referencia de tiempo, depende del tamaño de la galleta y de los hornos. Lo mejor es mirar, y cuando tengan color dorado sacamos del horno. En unos minutos podemos cogerlas con las manos y dejar que se enfríen en una rejilla, aunque con cuidado de no quemarse.