Esta es la noche de Halloween, la noche de las brujas. Hay que decir que esta fiesta tiene un origen anglosajón, y que en España celebramos el Día de Todos los Santos, vinculado también a un montón de recetas tradicionales como los huesos de santo, los panellets o los buñuelos de viento.

Este año he claudicado al Halloween y a su producto estrella, la calabaza. Así que vamos con este bizcocho, que es muy jugoso y al que he customizado cortándole en forma de ataúd, que para eso es Halloween.

Veréis en muchos bizcochos de calabaza que se usa la calabaza asada o cocida, o simplemente al microondas, en este caso la he utilizado rallada y casi cruda (con una pequeña cocción al microondas para quitar parte del agua de la calabaza).

Probadlo de diferentes maneras y quedaros con la versión que más os guste, es un bizcocho que está genial para cualquier momento del año, aunque sin forma de ataúd, que en otra época como que vais a asustar a la gente.

INGREDIENTES

• 300 grs de calabaza rallada
• 150 grs de mantequilla a temperatura ambiente
• 150 grs de azúcar
• 250 grs de harina tamizada
• 5 huevos medianos
• 10 grs de levadura química
• una pizca de sal

PREPARACIÓN

1. Rallamos la calabaza hasta que tengamos 300 grs sin contar la cáscara. Cocinaremos con un poco de sal 2 minutos en el microondas, removemos, y 2 minutos más. Esurrimos bien y reservamos (el peso habrá mermado). Vamos precalentando el horno.
   
2. Con ayuda de unas varillas batimos la mantequilla a temperatura ambiente, en pomada. Si la tenemos del frigo podemos derretirla en el microondas a baja potencia. Añadimos el azúcar y los huevos de uno en uno.
   
3. Añadimos la calabaza bien escurrida que teníamos reservada (y que haya templado) e incorporamos a la mezcla.
   
4. Tamizamos la harina y la levadura química y mezclamos con el resto de ingredientes.
   
5. Engrasamos un molde rectangular (yo le he puesto además papel de horno para desmoldarlo mejor) y vertemos la mezcla del bizcocho.
   
6. Horneamos a 170 º durante 30-35 minutos. Lo de siempre, dependerá de hornos, lo mejor es clavar un palillo de brocheta y cuando salga limpio ya está.
   
7. Recortamos las esquinas para dar la forma típica de un ataúd y espolvoreamos con azúcar glass. Con unas letras de papel dejamos el hueco donde no se impregnará del azúcar glass, y quedará visible al retirarlas.